Viajar es una experiencia emocionante y memorable para los padres y sus pequeños. Pero sé de primera mano que también conlleva una buena cantidad de desafíos y consideraciones. Mi experiencia viajando por todo el país con mi primera hija, sola y en un avión por primera vez, inspiró mi viaje Milk by Mom.
El verano es una temporada de viajes familiares, por eso el equipo de Milk by Mom reunió nuestros cinco mejores consejos para hacer que tus viajes de verano con tus pequeños sean un poco más fáciles.
1. Planifique y empaquete estratégicamente
Comience por crear una lista de verificación completa de todos los artículos que necesitará durante su viaje, incluidos pañales, toallitas húmedas, ropa extra y cualquier medicamento necesario. Siempre que sea posible, solicite y solicite que le entreguen pañales y toallitas en su ubicación en lugar de empacarlos.
¡Nunca hay suficientes bocadillos! Hazlos fáciles empacando tu leche materna liofilizada , nuestro #SummerMamaHack favorito, o fórmula, leche materna líquida y/o comida para bebés. Puede que sea parcial, pero no puedo decir lo suficiente sobre lo fácil que es pasar la TSA con TU leche materna liofilizada.
Además, tenga en cuenta el clima y el destino, y empaquete en consecuencia. Asegúrese de traer una manta o un juguete familiar para brindar comodidad y familiaridad a su pequeño durante el viaje.
2. Tenga en cuenta los horarios
Si bien es tentador exprimir todo lo que pueda, tenga en cuenta la rutina de su bebé. Siga sus horarios habituales de sueño y comida tanto como sea posible, incluso cuando esté en movimiento (¡es mucho más fácil de hacer con leche materna liofilizada!) para que pueda ayudar a evitar que su bebé se canse demasiado o se ponga de mal humor. Tome muchos descansos y obtenga tiempo de inactividad durante el día, brindándole oportunidades para que su bebé descanse, juegue y tenga un momento de tranquilidad. Un bebé bien descansado y contento hace que la experiencia de viaje sea más feliz para toda la familia. Y recuerda, está bien no estar perfectamente a tiempo algunos días. Aprovecha al máximo el viaje y sé flexible.
3. Priorice la comodidad y la seguridad
Invierta en un cochecito liviano y de alta calidad que sea fácil de plegar y maniobrar. También debe proporcionar amplia sombra y protección del sol. Empaque un portabebés o un portabebés que le quede bien para tener las manos libres mientras mantiene a su bebé cerca y seguro. Sea diligente en el uso de protector solar y repelente de insectos, y lleve un botiquín de primeros auxilios en caso de cualquier golpe o hematoma inesperado.
4. Acepta lo inesperado
Seguramente surgirán situaciones inesperadas. Los retrasos en los vuelos y el tráfico o los cambios de planes pueden alterar su itinerario. No te pongas nervioso. Aprovecha estos momentos y encuentra formas creativas de entretener a tu pequeño. Traiga sus juguetes, libros o juegos pequeños favoritos para distraerlos durante los tiempos de espera. Sea flexible: crear recuerdos duraderos como familia es lo que realmente importa.
5. Pide ayuda
Viajar con un bebé puede ser un desafío, pero no es necesario que lo haga solo. Comuníquese con su pareja, familia o amigos que puedan ayudarlo. Un par de manos extra puede marcar una pequeña diferencia, especialmente durante vuelos largos o viajes en automóvil. No olvide que el personal del hotel, el personal del aeropuerto o incluso los compañeros de viaje suelen estar más que dispuestos a ayudar.
Viajar con sus pequeños puede requerir un esfuerzo adicional, pero nunca me arrepentí de los recuerdos que mi familia ha creado a lo largo del camino, incluso si están salpicados de momentos que no son perfectos. Así que haz las maletas, ten en cuenta estos consejos y ¡empieza a viajar este verano!